Fotos: El Siglo de Torreón.
Domingo 29 de junio de 2008.
Eduardo Olmos Castro, secretario de Desarrollo Regional, declaró que la caída parcial del viaducto 80 no puede atribuirse a errores de cálculo y asegura que fue un trabajo exitoso.La bitácora y otros documentos oficiales de comunicación entre Coordina, BM y la Secretaría de Obras Públicas, que conserva en su poder El Siglo de Torreón, aunado a los estudios técnicos realizados al DVR, comprueban que las fallas del complejo vial se dieron desde el proceso de construcción.El DVR cobró la vida de tres personas en igual número de accidentes de camiones de carga en los que hubo además pérdidas materiales cuantiosas y se les atribuyó al exceso de velocidad con que manejaban los conductores.El DVR fue sometido a cuatro estudios para detectar los motivos de las fallas, además se le hicieron cuatro reparaciones para corregirlo, todo con cargo al erario.Después de las explosiones, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) verificaron que no quedaran cargas vivas.Se instalaron cuatro puntos de control integrados por funcionarios estatales, de Protección Civil del estado y del municipio, así como por representantes de empresas privadas.Después del mediodía se reabrió parcialmente la circulación vehicular en la zona.Las autoridades estatales que realizaron una investigación en torno a este proyecto, fracaso de la ingeniería, solo señalan como único culpable a Manuel Gómez Parra, ex director estatal de Caminos y Puentes.En su oportunidad ingenieros de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dictaminaron que el puente elevado era seguro, pero sus homólogos de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) aseguraron lo contrario, y con ello se inició los preparativos de demolición.La fallida obra del pasado gobierno de Coahuila provocó polémica entre la sociedad, y el ex Presidente de Coparmex Laguna, Arturo Gallegos Salcido se pronunció porque en ese lugar se construya el “monumento a la corrupción”.Elementos de Protección civil del Estado y del Municipio, así como de Vialidad, de la Policía Estatal y Municipal, resguardaban la zona mientras los vecinos permanecían al interior de sus viviendas.Los curiosos que se dieron cita en el lugar se mantuvieron a 200 metros de distancia y no se reportaron incidentes.Se vino abajo una obra programada para 100 años y que apenas duró cuatro.Con oportunidad fueron evacuadas las empresas y viviendas ubicadas en un radio de 150 metros.El 30 de enero de 2004 fue inaugurado el distribuidor vial Revolución, en la administración estatal presidida por Enrique Martínez y Martínez con una inversión de 140 millones de pesos.Poco a poco, las nubes fueron despejando el firmamento para darle paso al sol, el cual fue iluminando paulatinamente las calles, mientras familias enteras de las colonias Valle Oriente y La Amistad, invadían las banquetas de los alrededores, pero siempre respetando los límites indicados por las autoridades ahí presentes.En todo un espectáculo familiar se convirtió la fallida demolición de los viaductos restantes (30 y 80) del Distribuidor Vial Revolución (DVR).De acuerdo con el reporte, el complejo vial será sustituido por dos puentes y dos pasos deprimidos que ya están en proceso de licitación.Dichos ejes iban de Revolución a Periférico y de la carretera Matamoros a Mieleras.El representante legal de la Compañía Mexicana de Demoliciones y Voladuras, Mario Colunga González indicó que se diseñó un trabajo controlado para que el mismo peso de la estructura hiciera efecto y eliminara los puentes.No se tuvo el resultado deseado, ya que la carga de explosivos no fue suficiente para derribar uno de los puentes.El eje 80 quedó en pie porque no se activaron como se esperaba los detonantes como se programó y se anunció con anterioridad en conferencia de prensa.El eje 30 que es de los dos más altos que quedaban desapareció en su totalidad.Una hora después de lo programado y con explosivos, fueron derrumbados los puentes que quedaban del distribuidor vial Revolución.Este domingo a las 8:26 horas, en milésimas de segundo, el viaducto 30 (Matamoros-Mieleras) fue volado totalmente y reducido a escombro, pero no así el 80 (Revolución-Periférico y el más alto), pues una parte resistió el uso de explosivos y seis de las gruesas columnas reforzadas con acero y concreto quedaron en pie.
