Un incendio en una cárcel de la región central de Honduras dejó al menos 330 muertos.
En la muchedumbre se pudo ver gran cantidad de niños y mujeres cargando a sus bebés en brazos.Cientos de personas derribaron parte del cerco metálico del penal y se introdujeron al lugar en busca de los restos de sus familiares.Cientos de familiares acudieron al Hospital de Santa Teresa para averiguar la situación de sus seres queridos.Escenas desgarradoras se apreciaban a las afueras del penal.Las llamas se propagaron rápidamente al quemarse los colchones, ropa y sábanas de los reclusos. El edificio resultó parcialmente destruido.Seis prisioneros murieron ahogados al tratar de salvarse sumergidos en una pileta de agua de la celda que ocupaban.Familiares que están en las inmediaciones del centro penitenciario exigen que se les informe de los reclusos que murieron y los que lograron salvar sus vidas.La gobernadora de Comayagua, Paola Castro, dijo en rueda de prensa que minutos antes del siniestro había recibido una llamada telefónica de un interno que le dijo "le voy a meter fuego a esto y vamos a morir todos". No identificó al prisionero ni dio más explicaciones.Familiares de los presos vivieron horas de angustía a las afueras del penal-"Un reo habría causado el incendio al quemar su colchón. Algunos de sus compañeros de celda dijeron que él gritó 'aquí nos moriremos todos' y en cinco minutos todo ardió", dijo a The Associated Press el director nacional del sistema penitenciario, Danilo Orellana. Se desconocen los motivos del prisionero para actuar de esa manera.El siniestro se registró en Comayagua, ciudad a unos 140 kilómetros al norte de Tegucigalpa.Cientos de presos fueron envueltos por las llamas mientras pedían ayuda a gritos.Un incendio en una cárcel hondureña causó la muerte de por lo menos 300 presos, muchos de los cuales quedaron atrapados en sus celdas
