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La Carrera de Automóviles Jubileo 1957

SIGLOS DE HISTORIA

Auto con el Número 23 del americano Bob Schroader modelo Curtís Buick y el auto No. 9 del ganador Ricardo Rodríguez modelo Porsche Spyder.

Auto con el Número 23 del americano Bob Schroader modelo Curtís Buick y el auto No. 9 del ganador Ricardo Rodríguez modelo Porsche Spyder.

Ing. Alejandro Ahumada Rodríguez

En la década de los años 50', Torreón celebró sus 50 años de haber sido elevada a rango de ciudad. Un festejo significativo donde la población tenía mucho que celebrar, en tan sólo 50 años La Laguna había sufrido la Guerra Civil por la Revolución, una sacudida en el campo con el Reparto Agrario y una recesión en los años de la Segunda Guerra Mundial. En estos años, la ciudad y la Comarca en general retomaron nuevos bríos y tenían mucho que celebrar, la suma de todos los esfuerzos y logros dieron el ambiente de un enorme orgullo por esta gran celebración.

Un evento sin precedentes por su nivel se dio por primera vez en nuestra ciudad y se llamó La Carrera de Automóviles del Jubileo de Oro de Torreón, fue organizada por el Club Radio Volante de la Ciudad de México a través de su fundador, Jorge Labardini, un ícono en los inicios de la televisión mexicana, quien fue un destacado comentarista deportivo. La carrera fue patrocinada por el Comité de las Fiestas del Jubileo de Oro de Torreón y la Feria del Algodón, realizándose el domingo 15 de septiembre de 1957. El ambiente se comenzó a calentar iniciando en ese fin de semana patrio, con la transmición de un programa especial desde el Casino de La Laguna por la estación de radio XE DN, presentando a los corredores y anunció un gran desfile con todos los coches participantes en las principales calles de la ciudad.

La carrera se llevó acabo en la prolongación de la naciente Colonia Los Ángeles, una zona con muy pocas construcciones en esos años donde el Boulevard Independencia se llamaba "Torreón" y el Boulevard Constitución no se había construido, siendo aún el canal llamado "del Coyote". La carrera inició a las 10 de la mañana, la expectativa causada por esta carrera fue tan grande desde las pruebas para la clasificación y acudieron miles de personas para disfrutarla. El ambiente automovilístico era muy grande, para la gente de Torreón, no eran desconocidos estos eventos, a principios de los 50' se realizó la primer Carrera de Automóviles antiguos "Lerdo -Torreón", donde participaron 24 carros en la categoría B de 4 cilindros entre 1926 a 1930 de marcas Ford y Chevrolet, y 10 en la categoría A de 6 cilindros modelos anteriores a 1926, y los participantes vinieron de Zacatecas, Nuevo Laredo y Durango. Otras carreras se realizaban en el área de Cuatro Caminos y el Boulevard Torreón (actualmente Independencia) con la llamada carrera de topolinos y carcachas y la Carrera Carnavalesca de automóviles Topolinos (topolino era un modelo de auto pequeño de la marca FIAT en los años 50') , con corredores locales que tuvieron fama, como Enrique Fernández, Rodolfo Veyán, Jr. José Antonio Segura, Jorge Segura, Julio Potisek, José Potisek y Ramiro Miñarro Jr.

Para esta carrera, se tuvo la presencia de dos grandes corredores que lograron grandes triunfos y fama a nivel internacional, Pedro y Ricardo Rodríguez, el ganador fue Ricardo con apenas una edad de 15 años, eran sus inicios, pero para este evento ya contaba con fama que había ganado en muy poco tiempo en competencias anteriores y la gente sabía de su destreza y manejo a gran velocidad.

El Siglo de Torreón publicó el 16 de septiembre de 1957 la siguiente reseña escrita por Jorge Serna R., donde describió a detalle la carrera:

El chamaco Ricardo Rodríguez, ganador absoluto del evento:

Ante un entusiasmo indescriptible, y con asistencia de miles de fanáticos ávidos de emociones, se efectuaron ayer las competencias de automóviles que resultaron grandiosas y sin lugar a dudas podemos decirlo ha sido el espectáculo deportivo de más resonancia en el año. El absoluto triunfador del evento, fue el sorprendente "chamaco" Ricardo Rodríguez, que tripulando su coche Porsche-Spyder número 9, dejó maravillados a los aficionados, al imprimir a su "meteoro" la sorprendente velocidad en la recta de más de 160 kilómetros por hora. El triunfo de este muchacho y el primero y segundo lugar del corredor lagunero José Antonio Segura, en las categoría de Turismo y Sport de Producción, respectivamente, fueron lo mejor de la mañana, ya que lo hecho por Segura de verdad nos llena de orgullo; el triunfo lo ganó a ley peleando siempre y buscando la muerte en cada curva con el deseo siempre de alcanzar al delantero y no dejarse pasar por sus perseguidores. El evento principió a las 10:55 con la categoría Turismo Modificado con la participación de ocho carros, la Reina del Jubileo de Torreón, Alejandra I, dio el banderazo de salida; Ignacio Orozco con su Volkswagen, pronto tomó la delantera y ahí empezó un tremendo duelo entre éste y Eduardo Cuevas con su Volkswagen número 540, y José Antonio Segura con su Fiat 1100 numero 520. Desgraciadamente, para Ignacio Orozco, su coche tuvo una descompostura en el mando de velocidades en la vuelta 11va., perdiendo de esta manera, automáticamente el triunfo, ya que para esas alturas le sacaba no menos de 45 segundos a sus más cercanos perseguidores. En esta categoría, los tres primeros lugares fueron: Eduardo Cuevas con el coche número 504 Volkswagen, que hizo un tiempo de 42 minutos 17 segundos y 9 décimos con un promedio de 79 kilómetros 464 metros; en segundo lugar, José Antonio Segura con su Fiat 1100, número 520 con un tiempo de 42 minutos, 21 segundos, 6 décimos con un promedio de 79 kilómetros 339 metros. En tercer lugar, Leonardo Marchetti con Fiat 1100 número 514, con tiempo de 42 minutos, 54 segundos y 1 décimo, sin promedio por haber hecho únicamente 19 vueltas. En la segunda carrera de la mañana, entraron tres categorías, la Sport de Producción Clase A, B y C, empezando a las 11:45 y tomaron la salida 7 carros. Pedro Rodríguez en la categoría "A", pronto dejó atrás a los demás coches, y principalmente a su único oponente en categoría, el madrileño Luis Menéndez Viñola que tripulaba el coche Thunderbird número 75. Lamentablemente para Pedro, en la vuelta número 9 se le ponchó una llanta quedando automáticamente descalificado y dejándole el triunfo al número 75. En la categoría Sport "B", automáticamente José Antonio Segura no tuvo oponentes, ya que corrió en su Porsche en forma maravillosa y en ningún momento se le vio apurado, y todavía así logró sacarles a sus competidores una vuelta completa. Los lugares quedaron así: 1er. lugar para José Antonio Segura, con un tiempo de 39 minutos, 17 segundos y 5 décimos, con un promedio de 85 kilómetros 532 metros por hora. En segundo lugar, el 114, Tomás Cajiga con el Austin-Healey, con un tiempo de 39 minutos, 55 segundos y 1 décimo en 19 vueltas únicamente; en tercer lugar, Amador Pedrero con el 115 Austin-Healev con tiempo de 40 minutos, 15 segundos y 4 décimos. En la clase C, tuvimos la oportunidad de ver luchar por el triunfo a otro gran corredor lagunero, Rodolfo Veyán con su Alfa Romeo, que tuvo un verdadero duelo con el coche M.G.A. número 185, ya que casi en todas las vueltas se fueron alternando en la punta, y dieron verdaderas emociones a los fanáticos que se posicionaron de las curvas, ya que precisamente en éstas era donde más cerrada se hacía la pelea. Al final de la competencia, Rodolfo Veyán le ganó el duelo a su oponente, no así a Arnaldo Oriani, que fue el triunfador con un Alfa Romeo número 222 que hizo un tiempo de 40 minutos, 12 segundos y 6 décimos, mientras que Veyán hacia 40 minutos, 45 segundos y 6 décimos, quedando en tercero José Luis Puente con su M.G.A., con un tiempo de 40 minutos, 53 segundos y 5 décimos. En la tercera carrera, compitieron dos categorías de Mecánica Nacional, la "A" y la "B", saliendo 10 carros, seis para la "A" y cuatro para la "B", la salida se dio a las 12:57 en punto, debiendo dar los corredores 30 vueltas. En la clase "A", el triunfador fue Adolfo Velázquez con su carro número 3, con un tiempo de 58 minutos, 18 segundos y 2 décimos; en segundo lugar, el coche 16 con Juan Lerdo de Tejada, con tiempo de 1 hora, 7 minutos y 3 décimos, quedando descalificados Luis de Garay con el número 28 que hizo 12 vueltas; Luis Pompo con el número 6 que hizo 5 vueltas; Arturo de la Concha con el No. 24 que hizo únicamente 4 vueltas, Lee Enfiajian con el No. 16 hizo 21 vueltas. En la clase "B" de la misma categoría Mecánica Nacional, el primer lugar fue para Jorge Moctezuma con el No. 33, hizo un tiempo de 59 minutos, 34 segundos y 7 décimos; en segundo lugar, el No. 34 de Jesús Rabadán, que hizo únicamente 23 vueltas; quedaron descalificados el número 50 de Alberto Avilés (que se despistó en la curva frente a la planta XETB) y el No. 17 de Cesare Vigna. Después, vino la mejor carrera de la mañana, la sport de competencia, en donde estaban los mejores carros y los mejores pilotos. Salieron nueve carros, con el chamaco Ricardo Rodríguez, Norman J. Scott y Julio Bache Mariscal a la cabeza; al darles el banderazo de salida, a punto estuvo de producirse un accidente, al patinar peligrosamente con la gravilla suelta el Chamaco Rodríguez, zigzagueando e irse peligrosamente a media pista, afortunadamente, el norteamericano Scott conservó su sangre fría y enfrenó, mientras que el Bache Mariscal, se cargaba todo a su derecha , los coches que iban detrás, tuvieron que emplear toda su pericia para no chocar con Scott, mientras unos frenaban, los demás viraban apretadamente y salían como "bólidos" en persecución de los delanteros. Esta ligera pérdida de tiempo costó al americano Scott, pelear el primer lugar, ya que se rasgó algunos segundos con su enfrenada, mientras que el Chamaco Rodríguez seguía a una velocidad de vértigo, y no obstante que el americano corrió en plan fenómeno, no pudo darle alcance al Chamaco. Ricardo Rodríguez cronometró el mejor tiempo de la mañana en una vuelta e implantó un récord en vuelta, al hacer 1 minuto con 40 segundos en los dos kilómetros 800 metros que comprende la pista, con un promedio de 100 kilómetros 800 metros por hora. Ricardo alcanzó, como ya lo dijimos, en la recta, más de 160 kilómetros por hora y en ningún momento se dejó acercar a sus oponentes, ya que nunca bajó de 25 segundos su ventaja a su más cercano perseguidor, que fue Julio Bache Mariscal. Mientras tanto, el americano, como decimos, corriendo en magnífica forma, adelantó a cinco competidores y en la vuelta número 19 después de un gran duelo, rebasó al Bache Mariscal, para posicionarse del segundo lugar, rezagando a aquel al tercero. Los lugares quedaron así: Ricardo Rodríguez con Porsche-Spyder, 34 minutos, 57 segundos y 5 décimos; Norman J. Scott con Porsche-Spyder, 35 minutos, 30 segundos y 5 décimos, mientras que Julio Bache Mariscal con un Jaguar D, hizo 35 minutos, 47 segundos y 2 décimos. Total que dado el entusiasmo y la magnífica organización que redundó en un éxito, se impone la repetición para el año que entra, ojalá y esta carrera, sea instituida, año tras año. Felicitaciones al Ing. Jesús Cabrera, Director General de la Carrera, al Sr. Jorge Labardini, Director Técnico de la misma, así como a todos los funcionarios de esta gloriosa competencia, orgullosos deberán estar los dirigentes del Comité de las Fiestas del Jubileo de Torreón, dieron el mejor espectáculo de las fiestas, seguros estamos. Después de esta carrera, donde habían corrido y ganado los hermanos Rodríguez, junto con el Porsche se fueron a California, acompañados de muchos amigos, con la promesa de intentar buscar algo bueno en Estados Unidos, a Ricardo le tocó competir en el Riverside Trophy, los hermanos Rodríguez tuvieron una gran carrera automovilística, pero en el caso de Ricardo, tuvo un desenlace fatal unos años después y en 1962 en el primer Gran Premio de México, Ricardo, tripulando un Lotus en los entrenamientos, sufrió un espectacular accidente que le provocó su muerte.

La carrera y los festejos por los cincuenta años de elevación a ciudad a Torreón fueron todo un éxito, el automovilismo de La Laguna continuó y tuvo una época dorada en esta década de los cincuenta y sesenta, varios pilotos laguneros se destacaron a nivel nacional por su arrojo y grandes triunfos.

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