El arquero Oswaldo Sánchez fue el encargado de levantar el trofeo de campeón.
La última vez que Santos Laguna levantó un título de la Liga MX en "La Casa del Dolor Ajeno", fue hace 11 años. En el viejo Estadio Corona, los Guerreros se impusieron 3-2 en el global al Cruz Azul.
Aquél domingo uno de junio del 2008, el termómetro marcaba 44 grados centígrados en la cancha. Un verdadero infierno, sobre todo para la Máquina Celeste, que no había aprovechado la condición de local en la ida.
Y es que en los primeros 90 minutos en la capital del país, Fernando Arce en el complemento y el ecuatoriano Christian Benítez (QEPD) a 5 minutos del final, le dieron el triunfo 2-1 a los albiverdes. Los cementeros se habían adelantado a través del uruguayo Vigneri.
En los primeros minutos, los paraguayos Carlos Bonet y Christian Riveros atacaron por los costados de parte del conjunto visitante. Pero la zaga encabezada por el "Tano" Ortiz y Oswaldo Sánchez, no les permitieron mayores libertades.
APARECE LUDUEÑA
Con la ventaja en el global, la tranquilidad llegó a la tribuna al minuto 16. Tras recibir un balón del "Lorito" Jiménez, Édgar Castillo desbordó por la banda izquierda, pero luego se cortó al centro.
El "Homie" alcanzó a puntear el esférico en un taponazo con Riveros, el cual salió directo a los pies de Ludueña, quien tras controlar rápidamente sacó un soberbio latigazo que se incrustó en el ángulo del arco defendido por Yosgart Gutiérrez.
"Chucho" pudo definir el encuentro, pero el poste, intervenciones del guardameta rival, así como malas decisiones, no dejaron que el festejo se adelantara. En el 85', el Jimmy Lozano empató el encuentro, pero no fue suficiente para igualar el global y mandar el juego al alargue.
EL PRIMERO DE IRARRAGORRI
Oswaldo que tuvo una gran liguilla, fue el encargado de levantar el trofeo de campeón del futbol mexicano, el primero en la era de Alejandro Irarragorri, quien junto al técnico Daniel Guzmán, habían salvado al equipo un año antes de la quema del descenso.
En esa liguilla, Santos eliminó 3-2 en el global a los Rayos del Necaxa, ya jugando en Aguascalientes, para luego en una dramática serie, dar cuenta en la semifinal de los Rayados del Monterrey, a quienes echaron de la fiesta grande, por su mejor posición en la tabla general al igualar 2-2 en la vuelta, con un agónico gol de Fernando Arce en el descuento, ante la meta defendida en ese entonces por Jona Orozco.
