Lupita incursionó en los eventos de la Plaza de Armas hace ocho años siguiendo los pasos de su mamá. (FERNANDO GONZÁLEZ)
"Aunque quieras escapar de tu destino, si escrito está que seas feliz, feliz serás", así dice una de las canciones interpretadas en la Plaza de Armas, un lugar donde por tradición acuden personas de todas las edades para disfrutar tanto de cantos como de bailes.
Transeúntes, ciclistas, motociclistas y automovilistas se detienen para contemplar el espectáculo y deleitarse con los temas que acompañan al unísono con el o la solista, aplausos al ritmo o simplemente moviendo los pies sin cesar.
Es a partir de las seis de la tarde que la plaza comienza a llenarse, mientras que los responsables del evento colocan su respectivo equipo para dar pie a la entonación de cantos que van desde la cumbia, ranchera, balada romántica, folclórica entre otras.
Los viernes con exactitud la gente se reúne en dos puntos: la calle Valdez Carrillo esquina con Paseo Morelos o la calle Cepeda casi esquina con avenida Juárez. Ahí cada quien decide al artista que desea escuchar.
LUPITA, CANTANTE VERSÁTIL
En el primero de los puntos de reunión, se puede escuchar a María Guadalupe Villalobos, mejor conocida como Lupita Villalobos, ama de casa que tiene ocho años ya de formar parte de una tradición que la ha llevado a encontrarse con su "segunda familia".
Lupita siguió los pasos de su mamá quien hace nueve años comenzó a presentarse en la anteriormente llamada Plaza Dos de Abril, tanto así que un año después (2011) ella decidió incursionar como solista en el mismo lugar.
Cuenta que a su madre le gusta y decide cantar por lo general música ranchera y de ahí mismo surgió su gusto por una sus artistas favoritas: Jenni Rivera y Ana Gabriel. A pesar de esto, ella se considera una cantante versátil a la que le gustan todos los géneros, así como interpretarlos.
María asegura que ella se prepara para todos los géneros, porque aparte de hacer apariciones todos los viernes en la emblemática plaza del centro de Torreón también lo hace en eventos privados para los que la contactan.
A pesar de lo anterior, considera que por lo general le solicitan que interprete cumbias de distintos conjuntos como la Sonora Dinamita, Los Ángeles Azules, entre otros que suelen disfrutar más puesto que es bailable.
Si bien el evento es preparado específicamente para adultos de la tercera edad, el mismo asegura Lupita, puede ser disfrutado por personas de todas las edades, y así es como se puede observar en la plaza con la asistencia de niños y jóvenes.
Lo mejor de estos eventos es que "se forma una familia", ya que varias personas suelen ir de forma frecuente para acompañarse y divertirse lo que crea un lazo al grado de que notas la ausencia de alguien en un momento dado.
JOSÉ, MAESTRO DE SECUNDARIA Y DEL CANTO
Mientras tanto, en la esquina contraria de la Plaza de Armas, uno de los cantantes de tradición es José Ángel Pineda, maestro de secundaria que de la misma forma que Lupita canta por el gusto de hacerlo.
Desde niño, José Ángel se sintió atraído por la música y por el canto, algo que terminó por formalizarse con su entrada al coro de la secundaria Federal número uno y lo ha llevado por 30 años ha impulsarse incluso lanzando 14 discos de forma independiente.
Él inició a formar parte del grupo de la calle Cepeda y avenida Juárez hace 15 años después de que los bares dejaran de ser una opción poco a poco tras el brote de la inseguridad en la Comarca Lagunera.
José se inclina por la balada romántica pero dentro de los 14 discos con los que cuenta también se puede hallar música chicana, folclórica y boleros; la canción que más le solicitan es Nayla, un poema de Federico García Lorca.
Muchas de las canciones que forman parte de sus discos pertenecen a otros artistas, pero a cada una de ellas (290 melodías) se le integra su interpretación o sello, lo que le da un repertorio muy amplio.
José dice que lo realizado en la Plaza de Armas es por "amor al arte" y la única posibilidad económica, al menos para él, es a través de los discos que tiene a la venta, porque "se tiene que tener una entrada" para poder estar aquí.
Atrapar el público es lo mejor que puede suceder y motiva a ser cada vez mejor.
Durante ambos eventos la Plaza de Armas se convierte en una verdadera fiesta, en la que la alegría, la tranquilidad y las risas no pueden faltar ni un solo momento.
A lo largo de los aproximadamente 25 años que el baile y los cantos han estado presentes en este lugar, la gente que acude ha sido más o menos la misma, pese a ello, el ambiente se ha mantenido hasta en la adversidad.
Los puestos de dulces, aguas frescas, nieves de raspa, frituras preparadas e incluso comida se vuelven prósperos gracias a la realización de estos eventos de baile y canto.
Asimismo, varios vendedores de juguetes consiguen lo propio gracias a los niños que acuden en compañía de sus padres o abuelos a los eventos.
La fiesta, se alarga de las seis de la tarde a las 10 o incluso 11 de la noche dependiendo del ánimo de las personas que no se olvidan de ningún día de la semana para disfrutar de sus canciones favoritas, bailes hasta con coreografía e incluso poemas.
