Urbes del futuro, un desafío tecnológico

La mayoría de las urbes en el mundo se encuentran en constante crecimiento. Esto implica nuevos desafíos para los ciudadanos, el gobierno y la industria privada en materia de transportación, servicios y desarrollo sustentable. De acuerdo con estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para 2030, México pasará de tener 384 ciudades a 961, concentrando al 83.2% de la población total del país.

En el mismo reporte se señala que actualmente nuestro país tiene 10 grandes ciudades, pero en 10 años, estas podrían ser 17. Y, si se continúa creciendo sin orden, se prevén posibles colapsos. "El crecimiento de las zonas urbanas se ha dado de modo desordenado, desconectado y han aumentado las distancias y tiempos de traslado, además de crecer el uso del transporte motorizado", comentó Rebeca Ortiz, líder de Desarrollo de Negocios en México del Consejo de Construcción Ecológica de los Estados Unidos.

Otros efectos negativos del desarrollo de las ciudades son los vinculados al avance del cambio climático, como lo mencionó Ortiz: "México, como muchos países importantes del mundo, se encuentra en un momento crítico, donde se busca aprovechar los avances tecnológicos para aliviar los efectos del cambio climático. Los objetivos del Acuerdo de París, que México firmó, obligan al país a enfocar sus esfuerzos en la adopción de medidas técnicas, científicas y factibles que permitan garantizar el acceso a energías limpias, buena salud, y ambientes seguros", explicó.

Aunque hay múltiples opciones para lograr un desarrollo sustentable en las ciudades del mundo, las herramientas digitales pueden ser la mejor respuesta para avanzar hacia espacios más limpios y responsables.

"Ya somos sociedades digitales. Estamos digitalizando los espacios, los edificios, las infraestructuras y los dispositivos que cargamos con nosotros. Es importante es articular ese proceso de la manera más provechosa", dijo Ricardo Álvarez, investigador Senior de SenseAble Cities Lab del MIT.

Ciudades como Amsterdam y Nueva York ya integran soluciones basadas en tecnologías como Internet de las Cosas, Inteligencia Artificial y Big Data para procesos que parecerían cotidianos y simples, pero que a nivel ciudad, pueden significar un gran ahorro de tiempo y aumento de efectividad, además de un uso responsable de los recursos.

"Por ejemplo, en Nueva York, a través de la app 311 la gente puede reportar diversas situaciones conflictivas como un lugar con mucho ruido o un bache en la calle, con el fin de que las autoridades identifiquen a dónde mandar personal para reparar o a un policía para revisar la zona. También podemos ver aplicaciones que pueden identificar el sonido de un disparo automáticamente y enviar una alerta a la policía", añadió Álvarez.

Tecnología como factor de cambio

Si bien la utilización de aplicaciones de movilidad es un recurso con el que ya nos hemos familiarizado, la introducción de soluciones tecnológicas en las grandes ciudades es una discusión que lleva ya algunos años en proceso y en la cual es importante que el ciudadano sea el eje sobre el cual giren las decisiones.

“Esta discusión lleva ya mucho tiempo y es urgente que se siga trabajando en una política de movilidad que permita a las ciudades avanzar hacia un modelo de sustentabilidad donde se beneficie a los habitantes y se busque mejorar las condiciones ambientales”, señaló Rebeca Ortiz, líder de Desarrollo de Negocios en México del Consejo de Construcción Ecológica de los Estados Unidos.

“Estamos en una carrera contra el tiempo. Es importante que la labor de concientización y acción suceda en el sector privado, en el sector público y en cada individuo. La adopción de medidas que nos ayuden a mejorar las condiciones ambientales está en nuestras manos. El tiempo que la Ciudad de México tarde en convertirse en una urbe ambientalmente responsable y tecnológicamente optimizada depende de la gente que vivimos en ella. Cada uno de nosotros tenemos que hacer la parte que nos corresponde”, añadió Ortiz.

Finalmente, lograr un cambio en nuestras ciudades requiere de poner especial atención a las ventajas y posibilidades que se abren día con día con las nuevas tecnologías que nos permiten analizar el comportamiento de la población en las ciudades, siempre con el objetivo de lograr un efecto positivo, incluso, a escalas mucho mayores.

“No podemos pensar en cambiar el mundo o las ciudades si no logramos primero introducir el entendimiento y la interpretación de los datos que a diario se generan. La clave está en que usemos la tecnología para que, a través de la conectividad, los datos y la infraestructura, podamos ponernos un objetivo en que le ahorre- mos al mundo tiempo y recursos” finalizó el director general de Cabify México.

Innovación para los ciudadanos

Mejorar la calidad de vida de los habitantes en una gran ciudad conlleva brindarles mejores servicios, por ejemplo de transporte y seguridad. Y la tecnología se está convirtiendo en la mejor aliada para conseguir los resultados esperados.

A pesar de lo anterior, si se quiere lograr un uso correcto de las herramientas tecnológicas, estas deben vincularse con innovaciones, además de aprovechar la infraestructura antigua de las ciudades, como lo hizo Amsterdam a través de su sistema Roboat, diseñado por SenseAble Cities Lab, mediante el cual optimizaron el tránsito vehicular al resolver el problema de los grandes camiones recogedores de basura que tienen que circular por las angostas calles de la ciudad.

“Amsterdam es una ciudad muy vieja y está llena de canales. Lo que pensamos para mejorar la movilidad de los camiones fue migrar su camino a los canales y transportar la basura mediante botes autónomos que son capaces de navegar por su cuenta y transportar sin problema la basura de la ciudad directamente a los centros de reciclaje y desecho”, comentó Ricardo Álvarez, investigador Senior de SenseAble Cities Lab del MIT, quien es parte del proyecto.

También en la ciudad holandesa se puso en marcha un proyecto de luces inteligentes que permite a las autoridades ajustar la intensidad y hasta el color del alumbrado público en función de las necesidades del espacio y el clima, lo cual significa mayor eficiencia y ahorro de costos puesto que las nuevas luces consumen menos energía en comparación con las convencionales.

Otro ejemplo de desarrollo que tiene como objetivo brindar mejores servicios a los habitantes es Tokio, considerada como una de las ciudades más inteligentes del mundo. En esta urbe asiática los ciudadanos no tienen que cargar con efectivo para pagar servicios como el transporte público, pues tanto el metro como los autobuses están equipados con tecnología NFC (Near Field Communication), por lo que es posible realizar el pago a través del teléfono móvil.

¿Qué pasa en la Ciudad de México?

La movilidad en la Ciudad de México está evolucionando. Se están añadiendo múltiples opciones que van más allá del uso de los vehículos particulares o el transporte público. La llegada de plataformas, servicios y aplicaciones que permiten solicitar, por ejemplo, el uso de un determinado tipo de transporte para moverse por la ciudad, ha propiciado el surgimiento de múltiples soluciones que buscan mejorar los tiempos de traslado y la comodidad de los habitantes.

Si bien la mayoría de estas aplicaciones funcionan por separado, hace poco se presentó una plataforma multimovilidad de la mano de una de las apps de vehículos particulares más conocidas. Se trata de Cabify que decidió convertirse en un sistema que no solo brinda acceso a autos, sino que también añade otras opciones de transporte para lograr una movilidad más inteligente.

“En el caso de México pusimos atención a casos como el de las personas que viven en Iztapalapa pero trabajan en Polanco y todos los días tienen que hacer una ruta muy larga. Identificamos estas tendencias y de lo que nos dimos cuenta es que faltaba mucho tiempo para poder sustituir el coche, por lo que debíamos tener otras opciones de eficiencia”, comentó Ramón Escobar, director General de Cabify México.

Gracias a la alianza de Cabify, Easy, Movo y Voom, ahora los usuarios tienen la opción de solicitar desde autos particulares hasta un helicóptero o un scooter eléctrico para moverse en la ciudad.

El objetivo principal de este acuerdo es lograr una movilidad más eficiente aprovechando las ventajas que ofrecen tecnologías como la geolocalización y la Inteligencia Artificial. “Si logramos mover a miles de personas en una menor cantidad de tiempo, es eficiencia. Con la interconectividad ganas tiempo, lo haces más rápido, tienes datos, controles, información... Eso nos va a ayudar, en el futuro, a tomar decisiones más adecuadas y a construir mecanismos que logren un impacto”, añadió Escobar.

Repensar también la arquitectura

La movilidad no es el único elemento que se está transformando para mejorar las ciudades. Otro de los factores de gran relevancia es el crecimiento poblacional y el desarrollo del paisaje urbano. En ese sentido, es de vital importancia que las construcciones que se llevan a cabo en la ciudad estén alineadas con el compromiso de implementar tecnologías de punta, al tiempo que se garantiza la reducción del daño ambiental.

Por fortuna, cada vez aparecen más construcciones de este tipo. Un caso de éxito es el nuevo edificio en construcción llamado Chapultepec Uno, ubicado en uno de los puntos estratégicos, no solo de la ciudad, sino de todo el país: la avenida Paseo de la Reforma.

Este edificio destaca por el uso y aprovechamiento en materia energética y del agua utilizada en cualquiera de sus tres secciones: oficinas, departamentos y hotel. Contará con tuberías recolectoras de agua de lluvia que llegarán a un tanque donde será sedimentada para quitar partículas y así pasar al tanque de agua tratada donde se junta con el agua del drenaje del edificio para llegar finalmente a una cisterna de “agua cruda” en uno de los sótanos, de donde sale para poder ser reutilizada.

“Típicamente esa agua se puede usar cumpliendo la Norma Oficial Mexicana 003 sobre el uso de aguas tratadas. Puede usarse en el baño, en la limpieza, y si tuviéramos riego ahí también. Nosotros no tenemos áreas verdes, pero alrededor sí hay. Entonces, tenemos la posibilidad de establecer acuerdos de modo que este edificio pueda ayudar a regar el parque de enfrente y cosas así.

Pues el agua que se utiliza en riego es tratada pero se transporta en pipas, nosotros ya la podemos tener aquí y evitar el traslado. Hay muchas áreas de oportunidad”, explicó Leonardo Tirado, coordinador de Sustentabilidad de Bovis, la firma a cargo de la construcción de este edificio.

Además, el edificio se apoya de sistemas robóticos para almacenar los autos de una manera mucho más eficiente sin tener que invertir materiales en la construcción de niveles extra para conformar un estacionamiento. De este modo, todos los autos que ingresen por Reforma, bajarán al primer sótano donde el Valet Parking los acomodará en las máquinas robóticas que se encargarán de almacenarlos en modo tanto vertical como horizontal, permitiendo guardar hasta 930 autos en el espacio de 12 sótanos.

“Este sistema permite que los niveles inferiores del edificio estén vacíos para que fluya el aire, y nos evitamos una fuente de calor interna ya que todos los motores de los autos entran apagados, por lo que tampoco se genera el efecto de isla de calor. Además esto nos permitió ahorrar recursos y materiales, pues no construimos losas ni rampas. Hay muchos puntos donde los sistemas robóticos nos benefician”, añadió Tirado.