A los dueños de Hidrosina se les puede acusar de todo, menos de no tener una “fórmula” para hacer negocios en México desde hace por lo menos dos décadas. Acostumbrados a ganar empatías con los gobiernos en turno desde la época de los 90, la familia Karam Kassab y su grupo gasolinero parecen haber encontrado en la Fórmula 1 el camino para hacer lo propio en tiempos de la Cuarta Transformación.
El consorcio liderado por William Jorge Karam Kassab es uno los inversionistas que harán posible que el Gran Premio de México se mantenga en el calendario de la FIA por lo menos hasta 2024.
Aunque no se reveló con cuánta de la inversión participarán los diferentes patrocinadores, entre ellos Hidrosina, se sabe que la empresa de los Karam Kassab es, junto con CIE de Alejandro Soberón y Carso de Carlos Slim, uno de los principales aportadores.
De 2015 a la fecha, la iniciativa privada ha invertido cerca de 200 millones de dólares en la F1, mientras que el gobierno federal, a través del extinto Consejo de Promoción Turística de México, aportó otros 213 millones.
Las diligencias e inversiones de los Karam Kassab para mantener el Gran Premio de México son vistas por empresarios del sector gasolinero como una forma de acercarse al gobierno de Andrés Manuel López Obrador ante los embates que ha recibido por parte de diferentes dependencias públicas, entre ellas la Secretaría de Hacienda, la Fiscalía General de la República y hasta la Profeco.
En enero, la Unidad de Inteligencia Financiera, a cargo de Santiago Nieto, intentó congelar 31 cuentas bancarias relacionadas con los hermanos William Jorge, Jesús Gabriel y Paul Karam Kassab, acusados presuntamente de estar relacionados con el delito del robo de combustible.
Semanas más tarde, la Profeco, a través de su titular Ricardo Sheffield, se dio a la tarea de informar que las estaciones del Consorcio Gasolinero Plus SA de CV, razón social de Hidrosina, se encontraban entre las que comercializaban a mayor precio las gasolinas.
Entre los tantos expedientes que aguardan el turno para ser judicializados en la Fiscalía General de la República, estaría el de Hidrosina, pues más de uno de los líderes de Morena —el senador Ricardo Monreal, abiertamente— le han pedido una investigación a Alejandro Gertz Manero contra los dueños del grupo gasolinero.
Más allá de sus relaciones con integrantes del gobierno de Enrique Peña Nieto, como Javier Duarte y su testaferro Moisés Mansur, o incluso desde Carlos Salinas de Gortari, el empresario gasolinero fue uno de los principales patrocinadores de la trayectoria política de Roberto Madrazo, oriundo también de Tabasco y considerado uno de los principales rivales del hoy presidente de la República.
La relación de Karam Kassab con el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, también era estrecha. Además de relacionarse la presunta venta de un departamento de 28 millones de pesos por parte de los dueños de Hidrosina al padre del exfuncionario, se presume queWilliam Karam protegió a Lozoya cuando se le giraron las órdenes de aprehensión.
El 28 de mayo, cuando la FGR libró órdenes de aprehensión contra Lozoya y del empresario Alonso Ancira, publicamos en Twitter que al exdirector de Pemex se le vio en la dirección de Rubén Darío 115, acompañado de William Karam.
Para un gobierno que requiere de inversión privada y que observa con buenos ojos los 8 mil millones de pesos que se reportaron como derrama económica por cada año que se realizó el Gran Premio de México, la posibilidad de una tregua con el sector empresarial es una opción. La pregunta es ¿a qué costo?
Al asumir Claudia Sheinbaum el liderazgo visible del evento deportivo, el grupo gasolinero de Karam Kassab queda en una buena posición para que, en una relación directa con la jefa de Gobierno de la CDMX, logre amarrar por cuarto año consecutivo un contrato de mil 300 millones de pesos para suministrar combustible a los vehículos oficiales, un servicio cuya licitación SSCHA-DGRNSG-LP-0619 se declaró desierta en marzo pasado.
Incluso, Hidrosina podría sortear una investigación sobre los contratos DAS-02-2016, DAS-112017 y DAS-02-2018, los cuales le adjudicó de manera directa el gobierno de Miguel Ángel Mancera para suministrar de gasolina y diesel al total de vehículos de la administración local durante los últimos tres años, por un monto acumulado de 3 mil 25 millones de pesos.
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