El aspecto religioso en nuestra ciudad de Torreón ha tenido un gran desarrollo desde aquel lejano año de 1890 en que se inició la celebración del oficio religioso cada domingo, es decir se principió a llevar a cabo la misa dominical en el solar del terreno que después fue la magnífica Parroquia de Guadalupe, la primera en su género aquí en la ciudad la cual era oficiada por el padre don Félix Vargas, solar que fuera donado por don Andrés Eppen, perteneciendo en ese momento el naciente poblado lagunero a la diócesis de Saltillo.
Transcurrió más de un siglo para que en la ciudad surgiera la diócesis de ésta región lagunera, toda vez que con fundamento en la bula del papa Pio XII se originara la diócesis de Torreón el 19 de junio de 1957. La mencionada bula papal lleva como nombre el de "Qui hanc ob causam" todo esto debido a la división de la diócesis de Saltillo Coahuila, contando la misma diócesis con tres parroquias en la ciudad y cinco en el medio rural.
La diócesis creada comprende los municipios de Torreón, Francisco I. Madero, San Pedro de las Colonias, Viesca y Matamoros, siendo la sede episcopal nuestra ciudad de Torreón, contando con una población (hasta el 2015) de mas de setecientos mil católicos. Es de precisar que le correspondió a monseñor Luigi Raymondi, quien fungía como delegado apostólico en México erigir canónicamente a la misma diócesis el 19 de abril de 1958.
Don Fernando Romo Gutiérrez renuncia por edad la que le fue aceptada por el papa en el mes de junio de 1990 pasando automáticamente a ser obispo de Torreón don Luis Morales Reyes , habiéndose distinguido tal obispo al haber sido designado como presidente del comité episcopal mexicano, habiendo sido de igual manera designado por el papa como Arzobispo de San Luis Potosí en el año de 1998 quedando la diócesis bajo la coordinación de monseñor Francisco Castillo Saldaña.
En el año 2000 el papa designó a monseñor José Guadalupe Galván Galindo como el tercer obispo de la diócesis de Torreón a quien le corresponde terminar la segunda etapa del plan diocesano pastoral, quien permanece hasta el año 2017 al jubilarse. Siendo obispo emérito desempeñándose hasta la fecha como tal con su pasión y decisión por todos los feligreses laguneros.
A partir del año 2017 el papa designó como obispo de nuestra ciudad a don Luis Martín Barraza Beltrán, quien al igual que sus tres antecesores se ha desempeñado con gran celo y entusiasmo religioso frente a todos los feligreses de esta gran diócesis.
