Los últimos acontecimientos políticos en Perú y Ecuador han vuelto a encender los focos rojos en América Latina y hace necesario que, tanto el gobierno como las empresas mexicanas, sigan con interés y atención la evolución de la situación política y económica en Sudamérica. Hace una semana, el presidente peruano, Martín Vizcarra, disolvió el Congreso, buscando acabar con la prolongada confrontación entre poderes y la obstrucción recurrente de la mayoría fujimorista en el legislativo.
Desde que reemplazó en marzo del 2018 al banquero Pedro Pablo Kuczynski, el presidente Vizcarra ha debido sortear varias crisis, al encabezar una cruzada contra la corrupción en el país andino, donde los 4 anteriores presidentes han sido acusados por recibir sobornos o puestos bajo arresto. La legalidad y legitimidad de la decisión de disolver el Congreso está siendo revisada por el Tribunal Constitucional, a sugerencia oportuna dela Organización de Estados Americanos.
El cierre drástico,para dar salida democrática a las disputas entre poderes, generó incertidumbre en las horas de máxima tensión, cuando la mayoría opositora en el Congreso intentó en forma fallida,sustituir al titular del ejecutivo por la vicepresidenta, pero las instituciones respondieron bien ante una posible ruptura constitucional, habiendo recibido el respaldo de casi el 90 % de los peruanos, según los últimos sondeos, además de contar con el apoyo popular, de las fuerzas armadas, la policía nacional, la iglesia, los gobernadores regionales y alcaldes.
El jueves un nuevo gabinete paritario de gobierno rindió juramento,encabezado por Vicente Zeballos, presidente del Consejo de Ministros, con 10 nuevos integrantes,teniéndose previsto que las elecciones para renovar el Congreso se lleven a cabo el 26 de enero próximo, culminando su mandato, al igual que el del presidente Vizcarra, el 26 de julio de 2021, una vez convocadas las presidenciales. En tanto se realicen los nuevos comicios legislativos, ejercerá funciones la Comisión Permanente con 27 miembros, 18 de ellos fujimoristas.
En Ecuador, el jueves pasado, el presidente Lenin Moreno anunció el incremento del IVA y la eliminación de subsidios a los combustibles que ascendían a 1,300 millones de dólares anuales, medidas muy impopulares, postergadas por gobiernos anteriores, a fin de enfrentar un creciente déficit fiscal y el severo endeudamiento del sector público, buscando dinamizar la economía heredada de sus predecesores.
Ante las huelgas, paros y protestas populares por las medidas, encabezadas por los transportistas en Quito y otras ciudades, el mandatario decretó horas después el estado de excepción por 60 días, restringiendo los derechos de reunión y de libertad de tránsito, permitiendo a las autoridades tomar bienes públicos o privados para restablecer la normalidad de las actividades económicas y sociales, además de custodia adicional a las áreas estratégicas como refinerías, aeropuertos y planteas de generación de energía, pudiendo implementar medidas de censura. Hay más de 300 personas detenidas, entre ellas algunos líderes transportistas, habiendo ocurrido disturbios y saqueos, a pesar de la presencia militar y policial en las calles.
El gobierno ha reiterado que no dará marcha atrás a las decisiones, si bien dialogará con quienes se opongan pacíficamente a ellas, advirtiendo, sin embargo, que"bajo ninguna circunstancia" permitirá que se provoque el caos. Esta nueva situación de crispamiento social y político vuelve a enfrentar al actual mandatario con su predecesor, Rafael Correa, en un país que ha tenido 8 presidentes en una década, varios de ellos derrocados a consecuencia de las protestas populares. El Fondo Monetario Internacional acudió desde marzo en ayuda del gobierno,otorgando un préstamo de 10 mil millones de dólares.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos externó ya su preocupación por un posible "uso excesivo de la fuerza policial". Las fuerzas armadas sorprendieron al ofrecer transporte público gratuito alos ciudadanos en todo el país; Uber apoyó la movilidad en Quito y Guayaquil, mantenido sus vehículos en las calles y limitando sus tarifas no obstante las dificultades e inconvenientes.Algunos legisladores opositores han comenzado a promover la "destitución" del presidente Moreno y que haya elecciones anticipadas.
A pesar de lo que podría pensarse ante estos sucesos, Ecuador viene mejorado sus indicadores de desarrollo social y crecimiento económico; a pesar de las recurrentes referencias a "acciones golpistas", el país ha triplicado su PIB en los últimos años, ha invertido 100 mil millones de dólares en obras de infraestructura y reducido sus índices de desempleo y de violencia.
El pequeño país andino avanza con paso firme,habiendo introducido cambios notables en su política de integración económica, teniendo marcado interés en entrar en negociaciones,antes de que finalice el año,con la Alianza del Pacifico, conformada por México, Colombia, Chile y Perú. Mantiene negociaciones comerciales avanzadas con Turquía y Corea del Sur, con quienes revisa sectores sensibles, y realiza estudios para entablar negociaciones pronto con Costa Rica. Cuenta ya con un Acuerdo de Alcance Parcial con Guatemala y ambos países negocian el acceso preferencial de algunos productos. Está, además, el Acuerdo Comercial Multipartes suscrito por Ecuador, Perú y Colombia con la Unión Europea.
México se prepara para presidir y conducir con éxito los trabajos de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe, la CELAC en 2020, por lo que más nos vale, dado el interés prioritario de tener jugar un papel constructivo en la región, mirar más allá de las circunstancias coyunturales, entendiendo mejor lo que está ocurriendo y cambiando más al sur, allende el Sur Sureste de México y Centroamérica.
@JAlvarezFuentes
