La moral es un área de conocimiento que tiene que ver con las opciones de una persona para elegir sus acciones de acuerdo a lo que es percibido como bueno o malo. La moralidad consiste de un sistema de valores de conducta establecidos por una cultura en donde la gente juzga que ciertos comportamientos son correctos o erróneos, éticos o no éticos, legales o ilegales. La percepción de la moral depende mucho la forma de ser entendida o interpretada. El tema ha sido abordado desde hace varios siglos por una variedad de disciplinas, por ejemplo, la filosofía, la psicología, la biología, la religión, la sociología, entre otros campos de estudio. Algunos biólogos y sociólogos creen que la moralidad es producto de la evolución humana como consecuencia de las necesidades de cooperación entre individuos y su sobrevivencia, y que con el tiempo se transformo en algo más sofisticado.
La moralidad tiene varios aspectos, y uno de ellos se observa cuando una persona vive o atestigua una circunstancia de injusticia social, destrucción, violencia, terror, muerte, y que como resultado es traumatizada, o afectada seriamente a nivel psicológico, o posiblemente existencial/espiritual lo cual provoca aflicción, angustia, y sufrimiento por un tiempo indefinido. Me refiero a la gente que ha sufrido una ofensa seria o lesión de tipo moral que impacta a nivel de conciencia y de valores después de haber sido víctima de violencia física, sexual, o emocional; cometió (o pudo haber prevenido) un crimen o violación de una norma social importante; atestiguó un suceso violento; o se sintió traicionada por una persona estimada en una situación difícil.
Una lesión moral es una condición mental muy humana en respuesta a un evento traumático que no necesariamente reúne los requisitos de una enfermedad mental como lo es el trastorno de estrés postraumático (TEPT), y regularmente se manifiesta por sentimientos de culpa, odio o enojo prolongado, pérdida de confianza en sí mismo y otros, o una crisis existencial. Igualmente, afecta directamente el sistema de creencias, sentimientos, y en general la salud mental y física de un individuo, lo cual impacta su habilidad de socializar y funcionar ocupacionalmente. Este tipo de lesión moral ocurre no solamente a personas que creen han destruido o afectado a otros, sino también en profesiones protectoras como los policías, bomberos, guardias de prisión, médicos, psicólogos, y otras profesiones que tratan con las vidas o bienestar de otros.
El termino lesión moral es relativamente nuevo y fue creado por el psiquiatra estadounidense Jonathan Shay durante la década de 1990 mientras trabajaba con veteranos de la guerra de Vietnam. En una de sus publicaciones (Moral Injury, 2014) sobre la lesión moral, el Dr. Shay reporta que alguien quien siente que viola una regla socio-moral muy importante, por ejemplo, descuidar la vida o provocar la muerte de alguien, ofenderla seriamente, (intencionalmente o no), "puede crearse a si misma sentimientos de devaluación personal, o haber causado algo imperdonable, lo cual provoca dolor emocional y amargura." Según el Dr. Shay, una lesión moral puede deteriorar el carácter de un individuo cuando sus ideales, ambiciones, y apegos, cambian al grado que se desarrolla un daño en la capacidad de confiar en otros, y decide por decepcionar o atacar a otros, o aislarse, porque presiente que será atacado, explotado o humillado por ellos.
Entonces, el daño físico o emocional a otros (intencional o accidental), el descuidar o no poder proteger a otros, el no sentirse protegido por alguna autoridad, líder, o persona responsable por nuestro bienestar y desarrollo, puede herir la conciencia o moral de una persona, lo cual es manifestado por medio de enojo o ira, sentimiento de culpa, y vergüenza. Estas reacciones provocan que la persona lesionada moralmente altere su percepción sobre su medio ambiente, y afecte su capacidad de confiar en ellos. Algunos casos de violencia extrema y de autodestrucción o suicidio están asociados con lesiones morales.
El concepto de lesión moral está estrechamente relacionado a una experiencia traumática, y de acuerdo a los autores consultados, más investigación sobre el tema es necesaria para un mayor entendimiento y tratamiento. Esto quiere decir que los tratamientos existentes aún están desarrollándose, por lo tanto, las intervenciones de un psicólogo clínico o psiquiatra enfocadas en la autocompasión y el perdonar, podrían ser de ayuda en el manejo de las lesiones morales. Gracias por su interés en esta columna.
