Parece que en esta ocasión sí hay un consenso. El paro nacional que se está convocando para el próximo 9 de marzo pinta para ser un gran calado. En este mismo instante se está invitando a todas las mujeres mexicanas a que el día lunes 9 del próximo mes, en protesta, no realicen actividad alguna.
No ir a sus trabajos, a su escuela, a ningún lado, suspender todas las actividades en las que ellas participan. La idea es que con ese parón de 24 horas la sociedad dé cuenta masiva y contundentemente de lo importantes que son las mujeres en México.
Siempre ha existido desafortunadamente el irracional machismo que profesa que los varones son merecedores de derechos sobre las féminas simplemente por la diferencia de género. Desafortunadamente por siglos el poder económico radica casi totalmente entre los hombres, aunado a las diferencias naturales de fuerza física y hasta la propia cultura en general, y ello propicia que prevalezca anacronismo como es el deleznable machismo.
Sumado a lo anterior, en las últimas semanas se ha desatado una ola de crímenes contra mujeres que han incrementado las cifras diarias de hechos de este tipo. Se han estado reportando hasta 10 homicidios de mujeres con características de crímenes de género, lo que ha generado un enardecimiento natural del ánimo social ante los abominables acontecimientos.
La privación de la libertad y posterior asesinato de la niña de siete años de nombre Fátima en la Ciudad de México, apenas unos días atrás, ha sido quizá la gota que rebasó el vaso y que está dando las condiciones para el próximo paro.
Sin embargo, el tema realmente es de mucho mayor profundidad como para que se permita que este se politice. Está claro que por primera vez en su presidencia, el popular presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no está saliendo bien librado mediáticamente del tema como lo ha hecho en otros, con solo apelar a sus predecesores corruptores y al perverso modelo neoliberal.
Decir que en México matan a las mujeres porque el neoliberalismo ha creado tal degeneración de valores que se producen las condiciones para que se abuse de ellas, se les viole o asesine suena absurdo. En tal caso, Estados Unidos, Reino Unido, Singapur o tantos países del primer mundo a los que se les puede reconocer como neoliberales tendrían el mismo problema.
No es claro que la acción que se realizará del paro será suficiente para, si no erradicar de raíz la condenable cultura del machismo violento, al menos sea un punto de inflexión en México para que autoridades y sociedad toda tomemos cartas suficientes para que aquel que vuelva a abusar de una mujer simplemente por su condición reciba castigo ejemplar, en tanto se logra implantar una cultura real de respeto irrestricto al prójimo, particularmente si es una fémina.
Hay que hacer votos por lo pronto para que se dé en realidad este indispensable golpe de timón en cuanto a lo que como mexicanos hemos permitido, ya sea de manera activa y en su mayoría de forma pasiva, que se propicien los sistemáticos abusos por las diferencias de género.
Es natural en una persona de razón sentir rabia al saber que hay tipos que piensan que es correcto que por el simple hecho de ser varón están por arriba de su par que pertenece al sexo opuesto, no se diga cuando esos individuos se atreven siquiera a ponerles un dedo encima para violentarlas, constituyendo una de las peores cobardías.
La nota que publica El Siglo de Torreón acerca de la reacción de varios choferes de camiones de pasajeros urbanos de La Laguna advirtiendo que tomarán acciones en caso de que alguien intente propasarse con alguna pasajera es un buen síntoma de esta nueva actitud que se debe asumir; incluso podría celebrarse que aquellos abusadores reciban unos "chingazos" si se atreven siquiera a acosar a alguna compañera de travesía.
