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Vivencias

Alejandro Tovar

A un mundo revuelto de pasiones, no le podemos exigir prudencia o serenidad, porque hoy hasta al mejor líder las expectativas se le disparan, entre la añoranza del pasado que se quedó atrás y el imperio del temor, instaurado por un virus que nos puede instalar en la conciencia de la pérdida de los buenos tiempos, que se van alejando de a poco y puede que no vuelvan más.

Enfrentados al encierro y a ver más cercanamente personas, hechos y objetos que antes distinguíamos poco, el hombre o cambia o se trastorna, porque está obligado a mostrar madurez y carácter. A olvidarse de las sensaciones de un pasado inmediato que tenía buenos aromas y a enfrentar la realidad absoluta y conforme pasan los días se ve que el asunto es mantenerse vivo. Sin embargo, la contingencia también enseña. Da a conocer el malvado promedio de gente que adora las redes sociales y las utiliza, ya sobrados de tiempo, aunque las ideas sean muy diversas y donde la redacción de sus mensajes reflejan una ortografía terrible, con muchos que dan pena y revelan que la dictadura de la ignorancia e incompetencia está en niveles muy predominantes.

Es tiempo también de ver el despliegue de los medios, que a falta de actividades deportivas, se ven obligados a navegar en mares de especulación, ante el bajo volumen de información a la mano, tienen que inventar nuevos conflictos, crear entreveros y aguardar que vuelva a rodar la pelota. Los empresarios no pueden creer también, que el receso pueda durar tanto, “no estamos como en Europa” y pugnan por la reanudación, porque la caja registradora necesita escucharse.

Y así, los medios exhiben humanos como en una feria de pasiones. Siboldi nos dice “La pausa nos frena” (pues sí pero a todos, no solamente a Cruz Azul).

JC Chávez Jr. le canta en Facebook una cumbia al Covid 19, “porque como no bebe, se aburre”. Hay grupos que encabeza el Dr. Morales que lamentan cinco años de ausencia del Perrito Aguayo y el terrible Harvey Weinstein es positivo en prueba del virus, al igual que otro tremendo depredador sexual como Plácido Domingo.

Gianni Infantino sube a la palestra para hacerse notar y maneja que hará la FIFA reformas al futbol mundial, con menos torneos pero más interesantes pero no dice cómo manejará a los patrocinadores millonarios, que precisan de acción, difusión, promoción y venta, porque el negocio es un perseguidor incansable, por más que todos veamos que el Covid 19 nos paraliza.

Algunos diarios buscan a Hermosillo, Negro Santos, Bofo Bautista y hasta Lupillo Castañeda para que emitan opiniones y hacer notas que llamen la atención, así sean inventos y chismarajos. Las cadenas de cable luchan para encontrar los argumentos, por ello reclutan a gente como Higareda, Chelís y otros para polemizar y crear interés, aunque éste sea producto de especulación.

Uno pensaba que con la primavera llegaban nuevas sensaciones, todas gratas. No hay tal, ahora es tiempo de incertidumbre. En la cancha de nuestro tiempo, juegan estrés y ansiedad contra la motivación y van ganando 2-0 pues la imaginación es la mitad de la enfermedad.

*Alejandro Tovar *[email protected]

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