Dentro de la sepultura de los difuntos por COVID-19, se suprimirán los actos del catolicismo. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Ante la declaratoria estatal sobre el manejo de difuntos contagiados con COVID-19, muchos de los actos tradicionales del catolicismo quedan omitidos, como las misas de cuerpo presente, velatorios e incluso el duelo se vivirá de una forma distinta.
El padre José Luis Escamilla, vocero de la Diócesis de Torreón, manifestó que ante la situación que se vive hay que estar conscientes de que si bien, es dolorosa la pérdida de un familiar, en este caso, se debe tener en cuenta que se impulsa un mal menor, que es el del duelo y los cultos hacia el difuntos, para poder frenar un mal mayor, que es el del contagio de este virus hacia quienes quedan en vida.
Escamilla señaló que las familias de los afectados por por este virus, sin duda, vivirán un tiempo difícil, donde hasta el duelo será diferente, pero hizo el llamado a sujetarse de la fe, a reconocer que se está viviendo dentro de un contexto muy difícil de salud y al permitir que su familiar sea tratado mediante los protocolos establecidos por las autoridades, se está apoyando a controlar la contingencia y que no se generen más contagios.
En cuanto al rezo de los rosarios o novenarios, invitó a hacerlo desde casa, donde se encomienden las oraciones hacia su difunto. En las misas que se celebren de manera privada por parte de los sacerdotes de la Diócesis, se ofrece la intención por el eterno descanso de quienes se han ido durante esta contingencia. Finalmente, recordó que en cuanto a la confesión de pecados, el papa Francisco ha concedido la indulgencia plenaria (perdonar todos los pecados) a aquellas personas que han sido contagiadas de COVID-19.
