Estados Unidos comienza a levantar algunas restricciones al permitir la reapertura de los restaurantes al aire libre. (EFE)
Estados Unidos alcanzó ayer la cifra de un millón 779 mil 853 casos confirmados de COVID-19 y la de 104 mil 81 fallecidos, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Estos números, que son de las 15:30 hora local del este de Estados Unidos, suponen un incremento de 20 mil 128 nuevos contagios y de 692 muertos, respecto al pasado sábado, a la misma hora.
El estado de Nueva York se mantiene como el gran epicentro de la pandemia, con 370 mil 770 casos confirmados, una cifra únicamente por debajo de Rusia y de Brasil.
Tan solo en Nueva York han muerto 29 mil 784 personas, seguido por la vecina Nueva Jersey, con 160 mil 471 casos confirmados y 11 mil 698 fallecidos; Massachusetts, con 96 mil 301 contagios y 6 mil 768 decesos; y Pensilvania, que ha reportado 75 mil 697 positivos y 5 mil 537 muertos.
Otros estados con un gran número de fallecidos son: Michigan, con 5 mil 464; Illinois, con 5 mil 330; California, con 4 mil 146; y Connecticut, con 3 mil 912.
El balance provisional de muertos se aproxima a las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100 mil y 240 mil muertes; pero ha superado ya con creces los cálculos más optimistas que hizo "a posteriori" el presidente Donald Trump, de entre 50 mil y 60 mil fallecidos.
Desde entonces, Trump ha aumentado su pronóstico en varias ocasiones hasta reconocer que la cifra final probablemente estará entre 100 mil y 110 mil muertos.
El Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para comienzos de agosto la crisis habrá dejado más de 131 mil muertes en Estados Unidos.
