Vaya que ha resultado un muy
agradable hallazgo la contratación de Guillermo Almada como entrenador de Santos Laguna, el próximo once de abril se
cumplirán dos años de la llegada del estratega uruguayo. Almada ha ganado 34 partidos dirigiendo a los guerreros empatando 16 y perdiendo 20.
Hay algo muy importante que a veces
no le damos su real importancia
que es la diferencia de goles y lo
que muestra Santos bajo la batuta del charrúa es impresionante, 114 a favor y 87 en contra
para un espectacular +27.
Cierto, en dos viajes a postemporada los resultados fueron
decepcionantes, en el Apertura
2019 fue vapuleado de fea manera por los Rayados para un infame global de seis a tres.
En la
ida en el estadio de acero dejó la
eliminatoria cayendo cinco a
dos, al minuto doce ya lo perdía
tres a cero.
Luego en un partido de reclasificación del Apertura 2020 contra el Pachuca, partido que se jugó en el Corona
gracias a golear cuatro a cero a
Mazatlán (justo lo que se necesitaba para
evitar viajar a
Pachuca) en
la jornada final. Pero ahí fuimos testigos de
uno de los peores si no que el peor partido que hayan dado los laguneros en la era Almada, mordiendo el polvo y siendo superados del minuto uno al minuto noventa por los Tuzos 0-3. Desconcertante resultado sin duda.
Pero Guillermo no se arredra
y ahí viene de nuevo, han pasado once jornadas de este Guardianes y Almada sigue haciendo
maravillas con el plantel que le
quedó con numerosas bajas por
los motivos que hayan sido.
Al
momento sostiene un proyecto
casi imposible de creer en el antes del arranque del torneo, clasificar directo a la liguilla, es decir terminar entre los primeros
cuatro. Cruz Azul, América y
Monterrey son parte de la cuarteta que busca el boleto directo.
Planteles claramente más ricos
que el Santos, pero Almada ha
encontrado la manera de convertir en útiles a inútiles y aptos
a ineptos, o para no sonar tan
duros, de futbolistas de mediocre rendimiento en otros equipos
a fundamentales en el esquema
del nacido en Montevideo hace
51 años.
Cada futbolista de Almada tiene una misión y trata de
cumplirla a cabalidad los minutos que se les conceden, a nadie
se le pide que haga algo extraordinario, simplemente que cumplan con las instrucciones que se
les dan, que se ajusten a lo practicado en la semana.
Difícilmente en este plantel
guerrero podrá alguno protagonizar “Por las que mueres” del
periodista Hugo Salcedo que elige filigrana de cualquier cancha
para resaltarla en la tele para
solaz de los que nos gusta la fantasía y la pirotecnia.
No, Santos
es un equipo de soldados, es mas
de Mariners de tipos duros que
se niegan a ceder un metro del
terreno sin pelearlo a muerte,
con la espalda rajada por las batallas, sin dejar a nadie atrás, caes tú, corro a tu posición a defenderla fieramente.
Dice José Luis Sánchez Solá
mejor conocido como el Chelís
“Para ganarle a Santos hay que
correr más que ellos, solo que
hoy, nadie corre más que los Guerreros”. Compensar limitaciones
a base de férrea voluntad y un
deseo enorme de no quedarle
mal a su entrenador, por
él se matan en
la cancha, saben que mientras el equipo sume,
Almada tendrá más posibilidades de quedarse y encontrar el
torneo indicado para dar el salto
rumbo a la séptima estrella.
Pero la pregunta puede ser
¿Es ya Almada uno de los mejores entrenadores de la historia de
Santos? Los que todo lo basan en
trofeos contestarán con la lapidaria frase de siempre “No ha
ganado nada” y los románticos
nos rebelamos y respondemos
¿Cómo que no ha ganado nada?
¿Y los muchachos debutados y
con seguimiento? ¿y el resurgimiento de futbolistas en el olvido? ¿y la personalidad que exhibe el equipo en cualquier cancha,
siempre proponiendo? ¿Y cuando se va ganando un partido y
los cambios son ofensivos, nunca queriendo asegurar el resultado? ¿y el nunca buscar pretextos
a pesar de los imponderables?
Guillermo Almada merece ya un
lugar especial entre los grandes
técnicos que han llegado a la Comarca. Yo le concedo gran valor
a la forma de buscar el resultado y no solo el conseguirlo.
Larga vida a Guillermo Almada en el
banquillo Guerrero.