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Caso Floyd: golondrina que no hace verano

Actitudes

JOSÉ SANTIAGO HEALY

Un enorme júbilo ocasionó esta semana en la sociedad norteamericana, especialmente en la población afroamericana, el fallo del jurado en Mineápolis, Minnesota, que declaró culpable al policía blanco Derek Chauvin por asesinar a George Floyd en un exceso de prepotencia y autoridad.

El 25 de mayo del año pasado tres policías arrestaron a Floyd acusado de pagar unos cigarros con un billete falso de 20 dólares en una tienda y fue Chauvin quien durante nueve minutos mantuvo su rodilla sobre el cuello de la víctima hasta provocar su muerte.

"No puedo respirar, no puedo respirar", clamaba el afroamericano de 46 años, mientras los testigos gritaban al policía que soltara al inculpado.

El crimen desató los siguientes días una ola de protestas contra el racismo y la brutalidad policiaca como jamás se había vivido en Estados Unidos.

Chauvin y sus tres compañeros fueron despedidos de la policía de Minneapolis y sometidos a una investigación que esta semana derivó en el fallo en su contra por tres cargos de asesinato en segundo y tercer grado. Calculan una sentencia entre los diez y los quince años de cárcel, podría llegar hasta los 40 años de no ser porque el inculpado cuenta con un limpio historial.

La muerte de Floyd ocurrió en plena campaña presidencial y fue grabada desde varios ángulos lo que permitió observar con claridad la agresividad policiaca que días después produjo tumultuosas manifestaciones y disturbios en muchas ciudades norteamericanas.

Fue aprovechada, sin duda, políticamente por los partidos y candidatos presidenciales, especialmente por los demócratas, quienes hábilmente tomaron esta bandera para ganarse los votos y las simpatías de las minorías raciales.

El fallo en contra del policía Chauvin ha sido considerado como un gran avance para la justicia norteamericana habida cuenta de los abusos que continuamente cometen las fuerzas del orden en contra de personas de color, latinos, asiáticos y otros grupos minoritarios.

Pero a decir verdad Estados Unidos está muy lejos de resolver estas manifestaciones racistas que no es exclusiva de policías sino que también se manifiesta en los medios políticos y laborales.

El caso Floyd nos hizo recordar lo hechos de mayo del 2020, exactamente diez años antes, cuando un mexicano de nombre Anastasio Hernández Rojas fue brutalmente golpeado por unos veinte agentes migratorios en la garita de San Ysidro, California.

Anastasio se resistía a ser deportado porque tenía a su esposa y sus cinco hijos en San Diego, pero por oponerse fue pateado y agredido con descargas eléctricas lo que horas después originó su muerte en un hospital de Chula Vista.

A diferencia de Floyd, el abuso contra Anastasio no ocurrió durante una campaña presidencial, tampoco fue grabado con lujo de detalles y por extrañas razones no desató protestas violentas a nivel nacional como sucedió el año pasado.

Quizás por lo mismo los veinte agentes de migración que torturaron a Anastasio nunca perdieron su trabajo ni tampoco fueron acusados de algún delito, vaya ni siquiera se dio a conocer la identidad de los agresores.

Una diferencia importante más: la ciudad de Mineápolis otorgará a la familia de George Floyd una indemnización por 27 millones de dólares para resarcir los daños morales y económicos causados por su crimen.

En cambio la esposa e hijos de Anastasio Hernández recibieron sólo un millón de dólares por parte de la ciudad de San Diego, luego de un juicio extenso y complicado.

Lo cierto es que la justicia norteamericana lleva a cuestas una gran deuda con la comunidad latina, en especial con los indocumentados de México y Centroamérica ante los numerosos abusos cometidos en su contra durante las últimas décadas.

NOTICIAS, NOTICIAS…

El gran error de la 4T y de su máximo líder Andrés Manuel López Obrador es legislar sobre las rodillas y con imposiciones en temas tan complejos como el sector eléctrico, el sistema judicial y el de telecomunicaciones, entre otros. ¿Cuántos mexicanos y cuántos expertos en los temas a legislar son consultados por el Congreso antes de someter a votación una nueva ley?... La campaña de vacunación ha sido por demás lenta y desorganizada, aun así, ha sido utilizada sagazmente con fines electorales, pronto le tocará el turno a los maestros que serán pieza clave en la jornada del seis de junio.

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