Ibridah, un rincón artístico y literario

En un pequeño rincón de una casa antigua ubicada en la calle Donato Guerra, frente a la Alameda, se ha abierto un espacio para los amantes de los libros y el arte en general. Se trata de Ibridah, un proyecto independiente que pretende convertirse en un punto de encuentro entre artistas y espectadores que buscan descubrir nuevas historias y experiencias.

A poco más de una semana de haberse inaugurado, el acogedor lugar cuenta con una petite galería de arte, una librería, una biblioteca y una sección llamada “Libros Libres”, a la que pueden recurrir los lectores para llevarse el ejemplar de su preferencia, siempre y cuando dejen otro a cambio.

La galería actualmente exhibe ilustraciones de Cynthia Urie y cada cierto tiempo se le cederá el espacio a nuevos talentos para compartir sus creaciones con el público lagunero.

“Es la oportunidad de un artista de poder darse a conocer y decir ‘yo formo parte de algo’ y nosotros reconocerlo y darle ese lugar para que diga ‘mi arte vale’”, comenta Isela Hernández, fundadora del proyecto.

Respecto a la librería, ofrece un catálogo de autores independientes a los que normalmente no sería posible acceder en una cadena comercial. Las editoriales que expone Ibridah manejan tirajes reducidos de 100 a 500 ejemplares para todo México, por lo que es una gran oportunidad para encontrar literatura novedosa y refrescante.

“Lo que yo le comento a los visitantes es que tú ves un libro aquí y a lo mejor no lo vuelvas a ver. Mensualmente nos llegan distintos y nos llegan muy pocas piezas de los que tenemos”, aclara Isela, quien incluso ha recibido en este sitio fanzines hechos completamente a mano.

Ibridah también busca ser sede de talleres sobre bellas artes y otros temas relacionados con la cultura. El fin de semana pasado acogió el primero, titulado “Taller autobiográfico de mujeres” a cargo de Colectiva Poética Creciente, donde las asistentes tuvieron un acercamiento a la poesía como medio de autoconocimiento. El próximo evento agendado será en abril y girará en torno a la filosofía de Nietzsche.

PROYECTO PETIT

Isela Hernández cuenta que Ibridah, más que ser un proyecto con el que soñara desde hace mucho tiempo, se le presentó como una especie de revelación luego de que surgiera una serie de situaciones.

La primera fue toparse con el espacio a la espera de ser ocupado. Entonces a Isela se le vino a la mente un momento que tuvo con su hermana menor en una librería independiente, en el que esta le preguntó cómo elegir un libro. Su respuesta fue que más bien el libro encuentra a su lector. Aunque la adolescente simplemente arqueó las cejas en un gesto de incredulidad, la mayor reflexionó sobre cómo era necesario que hubiera esos lugares donde las palabras pudieran encontrar a las personas.

“Me quedé pensando en la ciudad, en Torreón, y mi primera preocupación fue que mi hermana no encontrara una librería en una esquina”. De este modo, Isela visualizó Ibridah en el sitio desocupado que se había atravesado en su camino.

“El plan de una librería petite como Ibridah es que pudiera estar en las esquinas, que fuera tan pequeña que se entrometiera […] Simplemente necesitamos tener libros que estén al alcance como farmacias, como caramelos y como flores que brotan de las calles y dicen ‘¿sabes qué? yo aquí pertenezco’”.

Finalmente, otra situación que se conjugó es que la joven emprendedora tenía en ese momento un ahorro para financiar su propio libro, ya que escribe desde hace años, pero aún no ha publicado sus textos. Sin embargo, decidió dejar ese proyecto para después y aprovechar la oportunidad de abrir un espacio donde a ella le encantaría exhibir los libros escritos por ella en el futuro.

“Realmente estoy cerca de lo que amo. No fue un proceso que tuviera que meditar, fue más bien una oportunidad de decir ‘tengo que hacer esto, me importa y quiero hacerlo’”. El proyecto ahora está en marcha, compartiendo sitio con la cafetería que se encuentra justo al lado. Mientras los clientes esperan su pedido, Isela los invita a conocer su espacio, donde pueden sentarse a hojear los libros que están disponibles.

“Para mí es un gran logro porque sé que vienen a tomar un café, a descansar de su trabajo, y no tienen en cuenta la lectura, pero lo hacen en la espera y el que abran un libro ya es la misión cumplida de la librería”.

A quienes se interesan por llevarse algo, Isela los guía con dedicación. Para ella es importante que Ibridah ofrezca calidad y un ambiente propicio para leer a gusto, porque después de todo el objetivo es “encontrar palabras perdidas que lleguen a las personas”. El lugar abre de martes a domingo, de 9:00 a.m. a 7:00 p.m.