FOTO: Ramón Sotomayor
En la oficina, las figuras de Don Quijote de la Mancha pueblan los libreros. El llamado también Caballero de la Triste Figura aparece en varias facetas: en unas se muestra leyendo sus libros de caballería, en otras parece cabalgar junto al leal Sancho Panza. En armadura, sosteniendo una lanza, o con el semblante desafiando al horizonte, el personaje creado por Miguel de Cervantes Saavedra ha conseguido traspasar los siglos, desde que el libro fuese publicado en el año de 1605.
Juan Antonio García Villa es un lagunero con vena cervantina. Leyó por primera vez un extracto de El Ingenioso Hidalgo, Don Quijote de la Mancha mientras cursaba la escuela secundaria. En ese momento no le prestó mucha atención, se trataba tan solo de una obligación escolar, mero trámite para sacar buenas notas.
“Recuerdo que en la secundaria no tenía una edición del Quijote y supe que mi tío Juan, hermano gemelo de mi papá, acababa de adquirir una. Me la fue prestando, era de aquellas que imprimía Jackson, y la leí muy apresuradamente, como para cumplir una obligación escolar”.
La citada edición está en uno de los libreros, junto a otras publicadas por Porrúa o la Real Academia Española. También hay ejemplares vetustos, algunos de ellos datan incluso del siglo XVIII. ¿En qué momento aquel adolescente se apasionó tanto por Don Quijote? Eso sucedió varios años después.
“Fue hace tres décadas, ya una lectura correcta, como debe ser, sin prisas, con las pausas adecuadas, con la reflexión, cae uno en la cuenta de que es un tesoro leer el Quijote”.
Desde el primer pasaje, que explica la condición de Don Quijote, el lector puede quedar prendado. Inmerso en sus libros de caballería, el personaje pierde el sentido de la realidad para convertirse en un caballero andante. Y, tal como lo menciona Mario Vargas Llosa en la segunda edición de la Real Academia Española, publicada en 2004, en la locura de Don Quijote hay que ver un símbolo antes que un diagnóstico clínico.
Frente a su escritorio, García Villa asegura haber realizado en cinco ocasiones la lectura completa de Don Quijote de la Mancha y recomienda leer sus ediciones favoritas. En su pasión cervantina, enfatiza en la de Diego Clemencín, en la de Francisco Rodríguez Marín, en la del Fondo de Cultura Económica (FCE) publicada en pequeños tomos y en cuya portada se encontraba la célebre ilustración de Gustave Doré.
Su admiración por el personaje cervantino lo orilló a escribir sobre él. Durante dos años, entre 2015 y 2017, publicó sus artículos en El Siglo de Torreón, mismos que hoy ha recopilado en el libro ‘El Quijote. Ayer, hoy y siempre. En 100 cápsulas’, el cual será presentado el próximo miércoles 20 de marzo, a las 19:00 horas, en las instalaciones de esta casa editora (Matamoros 1056 Pte. Centro).
EN UN LUGAR DE LA LAGUNA
García Villa indica que el objetivo de haber recopilado 100 de sus artículos periodísticos sobre el Caballero de la Triste Figura, radica en facilitar y hacer más atractiva la lectura de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha. La publicación también surgió a insistencia de tres de sus amigos saltillenses: el profesor Arturo Berrueto (encargado de escribir el prólogo), don Andrés García Guajardo y don Raúl Viesca Martínez.
El autor ha organizado a su publicación en una decena de apartados: Sobre el autor Miguel de Cervantes, El libro inmortal, Adictos y coleccionistas, El Quijote en México, El pensamiento de Cervantes, Crítica literaria del Quijote, Las traducciones del Quijote, El mayor enigma de la literatura universal, La gastronomía en el Quijote, Grandes pasajes y otros temas, además de un apéndice.
Cabe señalar que en la presentación de ‘El Quijote. Ayer, hoy y siempre. En 100 cápsulas’ en El Siglo de Torreón, contará con los comentarios de los cervantistas Saúl Rosales Carrillo y Óscar Jiménez Luna, además de la participación del autor.
GRANDES VALORES
En el capítulo 58 de la segunda parte de Don Quijote, tras dejar el castillo de los duques (donde tenían todas las comodidades, pero eran objeto de burla) el protagonista se dirige a Sancho Panza y emite una célebre y breve discurso sobre la libertad. En ella se menciona que se trata de uno de los más preciosos regalos que a los hombres dieron los cielos. En mar y tierra no hay tesoro que se le iguale, mientras que el cautiverio es el mayor de los males.
“Nada hay más grande en el hombre que ser libre. Puedes tener una vida regalada, como la teníamos con los duques, pero no eres libre, no eres independiente, estás dependiendo de ellos. Es una oración a la libertad que, por cierto, la traigo íntegra, con algunos comentarios, como una de las cápsulas del libro”, comenta García Villa, quien analiza este discurso en el artículo 94 de su libro.
Sobre si considera que todos en alguna vez hemos tenido algún rasgo de Don Quijote, García Villa responde que es algo que desearía, porque eso permitiría que el mundo fuese otro, pero lamentablemente no es así.
“No todo mundo está dispuesto a sacrificar todo por la justicia, lamentablemente. Incluso conforme la sociedad humana tiene más bienes materiales a su disposición, se vuelve un tanto más egoísta, pierde los valores, los valores del auténtico quijotismo”.
Uno de sus pendientes es realizar la llamada Ruta del Quijote, un recorrido por las tierras españolas de La Mancha, así como de las provincias de Aragón y Cataluña, donde Cervantes situó a su caballero andante.
Los interesados a asistir a la presentación pueden comunicarse al teléfono 871 716 4514.
