Música, el mejor tratamiento contra el Alzheimer
En el 2021, un millón 300 mil personas padecieron la enfermedad de Alzheimer en México. De acuerdo con la Secretaria de Salud representó alrededor del 65 por ciento de los diagnósticos de demencia. Éste último es un término global para describir el deterioro cognitivo a causa de ciertas enfermedades que afectan una o más funciones cerebrales como la memoria, el pensamiento, comportamiento y las habilidades para realizar actividades cotidianas.
Se estima que en el mundo existen más de 55 millones de personas que tienen demencia, que es la séptima causa de defunción y una las principales causas de discapacidad en personas de la tercera edad, esto según la Organización Mundial de la Salud.
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia. Éste es un trastorno cerebral que de forma lenta destruye a la memoria, las habilidades del pensamiento y la capacidad de llevar a cabo tareas sencillas. Este tipo de demencia se agrava con el tiempo y es irreversible.
Si bien, existe una serie de tratamientos con fármacos para reducir los efectos perjudiciales del Alzheimer, se plantea el estudio y uso de fórmulas terapéuticas musicales para ralentizar el proceso de pérdida de memoria y mantener en la medida de lo posible la estabilidad de las funciones cognitivas y comportamiento.
La musicoterapia, según la Federación Mundial de Musicoterapia (World Federation for Music Therapy, WFMT, 1996) la musicoterapia es “la utilización de la música y/o de sus elementos musicales (sonido, ritmo, melodía y armonía) por un musicoterapeuta profesional, con un paciente o grupo, en un proceso diseñado para promover y facilitar la comunicación, la interacción, el aprendizaje, la movilidad, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos significativos para trabajar las necesidades físicas, emocionales, sociales y cognitivas de las personas”.
Se emplea la musicoterapia pasiva o activa. La primera se refiere a la acción de escuchar música, mientras que la segunda requiere de participación activa como aplausos, canto, baile o tocar un instrumento.
Los efectos de la música en un cerebro afectado se engloban en aumentar la elasticidad y plasticidad del cerebro, así como potenciar la memoria, proteger del envejecimiento cerebral e incrementar la comunicación neuronal mediante la activación de diferentes áreas cerebrales y la readaptación de estructuras o circuitos cerebrales que estaban inhábiles.
Según un artículo publicado por Science Direct, diversos estudios demostraron que el uso de la musicoterapia en pacientes con Alzheimer fue altamente satisfactorio. Añade que las sesiones de este tratamiento tienen efectos inmediatos en cuanto a la agitación, agresividad, severidad y angustia, las cuales son consecuencias características de la enfermedad. Además, se mostró mejoría en la calidad de vida geriátrica y disminución de la depresión geriátrica.
A pesar de demostrar efectos significativos de la musicoterapia como terapia no farmacológica, son pocos los estudios que se han realizado en pro de su uso. Además, se destaca que la mayoría de ellos fueron realizados en el oriente, por lo que las técnicas y materiales son propias de la cultura.
Science Direct señala que se requiere mayor investigación y exploración en la cultura occidental con grupos de mayor número de pacientes.
